Aceite de ciprés azul australiano (callitris intratropica)
se produce a través de la destilación al vapor de la madera de este árbol originaria de Australia. Tiene propiedades antibacterianas y antiinflamatorias que ayudan a calmar la piel sensible. Además, es profundamente humectante y mantiene la piel hidratada.
Aceite de semilla de camelia (camellia oleifera)
se obtiene de la semilla de la flor de camelia. El aceite se absorbe rápidamente en la piel porque su peso molecular es casi equivalente al de la la piel humana. Es rico en ácido oléico, omegas, vitaminas y contiene más antioxidantes que casi cualquier otro aceite de origen botánico.
Aceite de incienso (boswellia carteri)
el aceite incienso (frankincense), proveniente del árbol de boswellia, una especie común en India y Somalia, tiene un fuerte poder antiinflamatorio y astringente además de otras propiedades que mejoran el sistema inmunológico.
Aceite de uva (vitis vinífera)
el aceite de semilla de uva es rico en antioxidantes, minerales, proteínas y vitamina E. Se considera que podría tener propiedades alergénicas y regenerativas.
Extracto de flor de jazmín (jasminum sambac)
el extracto de la flor del jazmín se deriva de la planta trepadora del jazmín. Rico en antioxidantes, calmante e hidratante, ayuda a corregir las imperfecciones de la piel.
Aceite de jojoba (simmondsia chinensis)
el aceite de semilla de jojoba tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, es ideal como humectante, especialmente alrededor del área de los ojos.
Aceite de salvado de arroz (oryza sativa)
se extrae de la capa externa dura del arroz, después de la descamación. Es conocido por sus propiedades limpiadoras, hidratantes y nutritivas.
Tocoferol (vitamina E)
el tocoferol se deriva del aceite de semilla de girasol. La vitamina E natural tiene propiedades antioxidantes e hidratantes.