Muchas veces somos víctimas de la mercadotecnia y no nos damos cuenta. Compramos un producto por el hecho de que es viral en internet, lo probamos y notamos que realmente no nos funciona ¿Por qué? Porque tal vez el producto no va con nuestro tipo de piel.
El conocer nuestra piel nos ayudará a que empecemos una rutina de skincare consciente y saludable, con productos que nos beneficien.
Existen 4 categorías y aquí te dejamos los puntos importantes para que puedas identificarla:
1. Piel Normal
- Balanceada
- Tez pareja
- Tamaño de poro promedio
- Inusual en envejecimiento cutáneo
Objetivo: Mantener, hidratar y proteger.
2. Piel Grasa
- Brillosa
- Apariencia gruesa y cetrina
- Tamaño de poro amplio
- Imperfecciones
Objetivo: Controlar la grasa, hidratar y proteger.
3. Piel Seca
- Completamente reseca
- Tensa y escamosa en algunas zonas
- Tamaño de poro muy pequeño
- Propensa al enrojecimiento
- Líneas finas visibles y arrugas secas
Objetivo: Nutrir, hidratar y proteger.
4. Piel Mixta
- Zona T grasosa
- Normal o mejillas secas
- Poros visibles en la zonas grasa
- Imperfecciones en la zona T (Nariz-frente) zona T menor (Nariz-mejillas) zona T invertida (Barbilla-nariz)
Objetivo: Balancear, hidratar y proteger.
Bonus: Piel Sensible
Una piel sensible puede ser cualquiera de las anteriores(seca, mixta, grasa) pero tiene un punto importante que es hiperreactiva. Reacciona de manera excesiva, teniendo síntomas como picor, irritación, y calor, la mayoría de las veces de manera intermitente.
Objetivo: Proteger y equilibrar
Evitar productos con fragancia, conservantes y agentes surfactantes para evitar inflamación.